*Para el creyente el ateísmo es un misterio; pero la creencia es otro misterio para el ateo. Por eso es preciso intentar comprender a ambos. En este sentido, resulta muy significativo que en el texto conciliar citado no se omita,
*Ciertamente hoy se nos hace más difícil a todos nombrar a Dios y hablar de Él. La cosmovisión antigua del hombre y del mundo estaba impregnada, toda ella, de sentido religioso, de un cierto sentido de la presencia de Dios.
*He ido exponiendo, en los textos anteriores, algunas de las principales razones (aunque a veces no son tal “razones”, en sentido estricto) que explican este fenómeno que conocemos como ateísmo, relativamente moderno en cuanto realidad social o de masas. Pero
*Aunque no he pretendido ser exhaustivo, ¡ni mucho menos!, me quedaba decir un par de ideas, al menos, de otro exponente del ateísmo reciente: con Freud se impone la idea de un ateísmo psicoanalítico, en virtud del cual se afirma
*Es la postura del ateísmo humanista sostenida por Nietzsche, entre otros muchos pensadores, antiguos y modernos. En su intento de dar respuesta a la eterna pregunta acerca del hombre, la modernidad, en no pocas ocasiones, ha desvinculado ideales y valores,
*Aunque las tesis anteriores no hayan desaparecido del todo, en el siglo XX se impone más bien un ateísmo existencialista, más subjetivo y vital, que hace de la pretensión de una libertad absoluta el motivo necesario para negar a Dios.
*Es la tesis del ateísmo materialista de Marx, fundamentalmente. Hombre dominado por la pasión atea, fue siempre hostil a la religión, y supo hacer suya la tesis del mítico Prometeo: “yo odio todos los dioses”. *Para Marx la religión es
RAZONES DE LA FE: Algunos dicen que el hombre ha inventado la idea de Dios *El principal representante de esta postura es L. Feuerbach, pensador materialista del s. XIX que sostiene ya, de inicio, la no existencia de Dios. En
*Digamos que, con relación al ateísmo, una filosofía de alcance verdaderamente metafísico debe sostener la trascendencia absoluta del ser humano, su apertura a la realidad infinita de Dios o, dicho de otra manera, su capacidad de interactuar con un ser
*El ateísmo da que pensar. Y no podemos caer, para descalificarlo, en la mera repetición de tópicos ya antiguos según los cuales, en el fondo, tras las posturas ateas se esconde un no menos trasnochado racionalismo ilustrado. Si seguimos esta