* No son pocos los pensadores contemporáneos que sostienen que, los argumentos tradicionales sobre la existencia de Dios, a partir de la observación del mundo, carecen de sentido en la actualidad. El mismo desarrollo de la ciencia moderna parece condenar
* Vivimos en un mundo absolutamente tecnificado. Basta visitar cualquiera de nuestras casas, incluso aquellas de familias más modestas, económicamente hablando, para descubrir la abultada presencia de artefactos técnicos, un amasijo de cables y toda una gama de cargadores y
* Resulta curioso, en medio de los avatares de nuestro mundo, el hecho de que ninguno de sus movimientos o manifestaciones más “convulsivas”, haya podido eliminar del todo la noción de Dios: por más que sean los ateos que se
* Con Bernard Sesboüe (en su libro Croire) también yo creo que el deseo de infinito, que atraviesa la vida del hombre, no puede brotar de un ingenuo sentimiento de ilusión pero sin fundamento, ni apoyarse caprichosamente en… nada. Nuestra
* Tolerancia, respeto, derechos… todo esto, tan mencionado en nuestros días no puede, no debe significar, de ninguna de las maneras, una concesión al relativismo epistemológico o moral, tan defendido y solicitado en nuestra sociedad, bajo pretexto de la necesaria
* En efecto, la novedad del cristianismo se concentra en el misterio de la Encarnación del Verbo eterno de Dios. Es ahí donde el hombre encuentra el alcance de su verdadero enigma constitutivo (GS, 22). En Cristo se encierra la
* ¿Qué relación hay entre la fe en la revelación sobrenatural y la investigación de la verdad científica o cultural? Una vez más nos encaramos con el hecho, ineludible en todo tiempo, pero más si cabe en nuestros días, de
* Según G. Marcel, una cosa se convierte en problema para al hombre cuando deja de ser “algo sabido”, “algo natural” en su vida práctica. Lejos de ser del todo negativo, la problematización nos permite afrontar las cosas de otro
* El ateísmo nos enseña, de manera indirecta o en oblicuo, a distinguir mejor y a purificar nuestras creencias y el contenido de nuestra fe, así como el acto por el que creemos. A parte de su aspecto negativo o
* Hemos visto, aunque de manera muy por encima, las ideas principales de los denominados “teólogos de la muerte de Dios”. Ahora nos toca preguntarnos por sus consecuencias, por la influencia que nos han dejado y lo que de ellas