* Si se afirma, como dice Delanglade (Le problème de Dieu), que la razón puede llegar a afirmar la existencia de Dios, no se entiende entonces esa especie de forzada humildad, tan frecuente bajo pretexto de modestia, sino como una
* En nuestro escrito anterior nos hemos asomado a lo que significa la reciente cultura tecnicista, en la que predomina el poderoso influjo de los aparatos, abundantemente cuantiosos y sofisticados, al servicio de cualquier necesidad humana, por pequeña que esta
*He oído decir que el panteísmo es el error filosófico (a propósito de Dios) más próximo al cristianismo. Y tal vez sea así, por la parte de verdad que contiene. Pensemos en el conjunto de creencias, orientales sobre todo, que
* Hasta ahora hemos comentado pistas de reflexión propias del entendimiento especulativo, de más o menos peso. Pero el entendimiento práctico también conoce sus propias aproximaciones a la cuestión de Dios. En este orden de cosas cabe hablar de la
*Algo hemos dicho acerca de la compatibilidad entre la ciencia de Dios y el comportamiento libre del hombre, entre su conocimiento absoluto y nuestra vida. Ahora añadimos un aspecto nuevo. El concurso divino, recuerdo, consiste en la causalidad de Dios
*En nuestra anterior reflexión hemos comentado algunas objeciones o dificultades que se suelen plantear a la hora de considerar la providencia y el gobierno divinos respecto del mundo. Pero, en realidad, una primera objeción merece ser estudiada con rigor (cosa
*He comentado, en el último texto, lo que significa la verdad de la Creación, y cómo al entenderla en su sentido más profundo no podemos sino atribuírsela únicamente a Dios. Sólo Él, ser absolutamente por sí mismo, puede comunicar el
*Me propongo comentar hoy la que es una cuestión fundamental a la hora de abordar la relación de Dios con el mundo. Me refiero precisamente a la primera cuestión, la que hace posible todas las demás. Sí, quiero decir el
*Retomamos nuestro itinerario reflexivo acerca de algunas cuestiones de interés para todo creyente que quiere hacer de su fe un acto personal, consciente y bien fundado. Ya vimos cómo la razón humana, en su natural discurrir, y a partir del