*Cada vez se impone más en nuestros días la mentalidad positivista, según la cual es verdadero todo aquello que podemos experimentar de alguna manera, y verdadero el conocimiento que nos da acceso a esa realidad. La razón se reduce, de
*Digamos que, con relación al ateísmo, una filosofía de alcance verdaderamente metafísico debe sostener la trascendencia absoluta del ser humano, su apertura a la realidad infinita de Dios o, dicho de otra manera, su capacidad de interactuar con un ser
*El ateísmo da que pensar. Y no podemos caer, para descalificarlo, en la mera repetición de tópicos ya antiguos según los cuales, en el fondo, tras las posturas ateas se esconde un no menos trasnochado racionalismo ilustrado. Si seguimos esta
Cornelio Fabro, filósofo italiano del siglo XX, ha sido uno de los pensadores que mejor ha analizado el fenómeno del ateísmo reciente. A él le debemos las ideas que exponemos a continuación, de manera sencilla, para conocer mejor la cuestión.
*Al hablar de las relaciones del mundo con Dios algo dije, brevemente, sobre el ateísmo. Quisiera retomar la cuestión para ahondar un poco más en este tema, porque es un hecho cierto que asistimos a un crecimiento de sus expresiones.
*Quiero terminar estas reflexiones en las que analizamos, aunque de forma demasiado breve para su importancia, el encuentro de Dios con la criatura libre y algunas de las consecuencias que de ello se siguen. Y lo hago repasando esta otra
*Algo hemos dicho acerca de la compatibilidad entre la ciencia de Dios y el comportamiento libre del hombre, entre su conocimiento absoluto y nuestra vida. Ahora añadimos un aspecto nuevo. El concurso divino, recuerdo, consiste en la causalidad de Dios
*En el comentario último hemos recordado alguna afirmación básica sobre la compatibilidad que existe, de hecho, entre el dogma de la creación y la teoría científica de la evolución del mundo. En efecto, se trata de una de las objeciones
*En nuestra anterior reflexión hemos comentado algunas objeciones o dificultades que se suelen plantear a la hora de considerar la providencia y el gobierno divinos respecto del mundo. Pero, en realidad, una primera objeción merece ser estudiada con rigor (cosa
*Venimos comentando en los últimos textos algunas cuestiones que tienen que ver con la “relación” de Dios y el mundo. En verdad, no es Dios quien se relaciona con el mundo sino éste quien depende totalmente de Él. Los filósofos,