* Completo con esta reflexión (si bien “completar, completar”… aquí no se hace más que apuntar lo que considero son las ideas centrales de cada cuestión) lo ya planteado en nuestro texto anterior. El asunto ha sido objeto de numerosos
* Recordemos que la Iglesia, en Trento, afirma que la fe –comienzo de la salvación del hombre- es una virtud sobrenatural por la cual, y merced a la gracia de Dios, el hombre recibe el anuncio de la verdad revelada,
* Continuamos nuestro análisis del acto de fe, profundizando hoy en la dimensión de la libertad que le caracteriza. Nuestra voluntad no sólo tiene la capacidad de aplicar la inteligencia a la consideración de las proposiciones de fe para obtener
* Como hemos visto, es la sabiduría, la santidad, la ciencia y la bondad de la Verdad primera, Dios, el definitivo argumento o motivo por el que un hombre puede, libre y confiadamente, dar su asentimiento creyente a Dios. En
* Mientras que el hombre sea hombre, y Dios sea Dios, al primero le será imposible del todo un conocimiento exacto del segundo, es decir, un análisis exhaustivo al modo como los que realiza con las cosas que le rodean.
* Tal vez no resulte una expresión muy académica o elegante, pero sí sumamente gráfica, si digo que “estoy hasta las narices” de tanta gente como me dice ser muy creyente pero… que no es religiosamente practicante (¡como si se
* Podríamos preguntarnos: ¿Cómo poder dar muerte a una idea vacía, a un Dios inexistente o a una pura negación? Si pensamos en matar a Dios es porque vive, porque está presente y se hace sentir. No es tanto de
* Según la Ecclesiam suam, de Pablo VI, el ateísmo priva al orden racional del mundo de sus bases auténticas y fecundas, introduciendo en la vida del hombre, más que una solución, un dogma ciego que la degrada. Dogma ciego
*En efecto, no vale con desautorizar sin más las posturas de quienes niegan o ridiculizan la fe en Dios. Al dinamismo intrínseco de la propia fe corresponde buscar razones y motivos para que su adhesión sea lo más personal posible.