24 Jan 2021
   
  • Inicio
  • Alfa y Omega
  • Otros blogs
  • Inicio
  • Escritos
La libertad del acto de fe.

La libertad del acto de fe.

17 febrero, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

* Continuamos nuestro análisis del acto de fe, profundizando hoy en la dimensión de la libertad que le caracteriza. Nuestra voluntad no sólo tiene la capacidad de aplicar la inteligencia a la consideración de las proposiciones de fe para obtener su asentimiento; tiene también el sorprendente poder de hacerla retroceder, de oponerse y rechazar la invitación a creer. Nuestra fe permanece siempre un acto libre. En el fondo de muchos corazones se esconde una curiosa tendencia a rechazar y oponerse a todo cuanto nos viene mediante la autoridad de otro, no digamos si se trata de la autoridad de la Iglesia o del mismo Dios. Incluso una evidencia que se nos impone con claridad puede ser utilizada y manipulada, pervirtiendo su sentido auténtico, para un fin retorcido o capcioso. Los prejuicios y el influjo de las pasiones conducen, no pocas veces, a que el hombre se someta al imperio de su vanidad antes que a confiarse humildemente a la proposición de Otro mayor.

* Cuando enumeramos las características de la fe ya dijimos algo de este rasgo (su libertad) que tiene la vida creyente, en cuanto que es siempre acción humana, al fin y al cabo. Ahora vamos a añadir algún detalle más.

* La fe es libre por la naturaleza de su objeto. Se trata de una verdad –de un conjunto de verdades- absolutamente trascendente que desborda por todos lados las posibilidades de nuestro humano conocer. El misterio de Dios y todo lo que con él se relaciona puede encontrar en nuestra especulación alguna aclaración, como dijimos, en virtud de un procedimiento análogo, que parte de lo conocido y se remonta por vía de comparación, de afirmación y negación, hasta cimas antes insospechadas. Pero, en su limitación humana, la inteligencia creada no puede sino sospechar –de lejos- lo que un día ciertamente contemplará cara a cara, en el cielo.

* También tiene que ver con la libertad de nuestra fe, no ya la esencia y dignidad del objeto, sino el modo de su adquisición o, lo que es lo mismo, la naturaleza del motivo de la fe, que ya dijimos reside en el testimonio. Vimos que todo testimonio, del tipo que sea, permanece extrínseco a nuestro fuero personal y también a la verdad transmitida. La razón y la lógica no obran sino como desde fuera, como un principio exterior. La conexión se establece entre una afirmación, la cualidad de la persona que testifica y la coherencia del mensaje transmitido. Pero ese tipo de “claridad”, si así se puede decir, no excluye de manera absoluta ni la posibilidad del rechazo, ni el temor a equivocarse. Por eso mismo, como hemos dicho, se requiere del papel insustituible de una voluntad firme que nos empuje a creer.

* En fin, la condición presente de nuestras facultades hace que, por muy lógico que sea, un testimonio no podrá provocar nuestro asentimiento a menos que nosotros lo queramos. El hombre queda siempre a expensas de una respuesta que brota de su libertad. Dios, decía A. Lèonard, puede ser convincente pero nunca actúa de un modo «constriñente», es decir, obligando o violentando la decisión del hombres, su confidente. En el ejercicio de nuestro entendimiento hay siempre algo oscuro, incomprensible, alguna frontera en el conocimiento de las cosas, que nos puede hacer dudar o preguntarnos si en realidad hemos alcanzado la verdad de las cosas; conocemos de manera relativa, finita y progresiva.

* En el fondo, y por más que a veces lo queramos disimular, permanece en nosotros la posibilidad de dudar. Se nos presentan dificultades que con nuestra ciencia limitada no podemos resolver. Muchas son las objeciones, teóricas y existenciales, que asaltan el peregrinaje de nuestra fe, esperando una aclaración que no siempre llega, o no siempre lo hace de la mejor y más convincente manera. Tampoco estamos exentos del asalto de la tentación, que pretende conseguir nuestra derrotada abdicación. Por eso urge, al fin, que confiados entreguemos todo nuestro ser en las manos del Dios infinito, abismo insondable de misericordia, cuyo rostro Él mismo nos ha revelado, y cuyo fondo podemos atisbar en lo profundo de nuestra experiencia personal. La certeza de la fe no sólo tiene que ver con el mérito de una inteligencia lúcida, sino también con el ardor de un corazón encendido: conocimiento, sin duda del todo singular, la fe implica otro modo de sabiduría que surge en el interior de una libre y amorosa comunión.

AnalogíaautoridadcreenciaDiosdudaFeinteligencialibertadmisteriorevelaciónsabiduríaTestimoniovoluntad
COMPARTE ESTE ARTICULO
Tweet

SOBRE EL AUTOR

Juan Carlos García Jarama
Juan Carlos García Jarama
  • SOBRE MI
  • OTROS ARTICULOS
Juan Carlos García Jarama, nació en Toledo el 30 de mayo de 1967, y es sacerdote diocesano desde 1992 de la Archidiócesis Primada. Ha desempeñado diversas tareas pastorales. Tras licenciarse en Filosofía por la Pontificia Universidad de Comillas realizó sus cursos de doctorado en Roma, y defendió la tesis Finitud, carne e intersubjetividad. La estructura del sujeto humano en la fenomenología material de Michel Henry, en la Pontificia Universidad Lateranense, obteniendo la máxima calificación (Suma cum laude). Desde 2004 ha alternado diversos servicios pastorales con la docencia de la Filosofía, impartiendo diferentes asignaturas y cursos en varios centros, tanto eclesiales como públicos. Actualmente se encuentra, con una cesión temporal, en Córdoba, como profesor de Filosofía en el Seminario Mayor, San Pelagio, y en la Escuela Universitaria de Magisterio Sagrado Corazón. Junto con la docencia, la pastoral universitaria constituye una de sus tareas prioritarias en la diócesis andaluza.

Dios y el hombre: el concurso divino y la libertad humana

20 octubre, 2016 Juan Carlos García Jarama 0

El subsuelo cultural del ateísmo contemporáneo

1 junio, 2017 Juan Carlos García Jarama 0

Razones de la Fe

20 noviembre, 2015 Juan Carlos García Jarama 4

Dios y mundo: creación y evolución

20 septiembre, 2016 Juan Carlos García Jarama 0
ANTERIOR

Consecuencias de la libertad de nuestra fe.

SIGUIENTE

El elemento voluntario en el acto de fe.

ARTICULOS RELACIONADOS

Representantes de la “teología de la muerte de Dios”: L. Dewart

6 noviembre, 2018 Juan Carlos García Jarama 0

Algunos juzgan la idea de Dios un consuelo interesado

20 marzo, 2017 Juan Carlos García Jarama 0

El hombre también puede conocer cómo es Dios (VI).

14 abril, 2016 Juan Carlos García Jarama 0

Dios y el mundo (IV).

6 julio, 2016 Juan Carlos García Jarama 0

Juan Carlos García Jarama

Juan Carlos García Jarama

Juan Carlos García Jarama, nació en Toledo el 30 de mayo de 1967, y es sacerdote diocesano desde 1992 de la Archidiócesis Primada. Ha desempeñado diversas tareas pastorales. Tras licenciarse en Filosofía por la Pontificia Universidad de Comillas realizó sus cursos de doctorado en Roma, y defendió la tesis Finitud, carne e intersubjetividad. La estructura del sujeto humano en la fenomenología material de Michel Henry, en la Pontificia Universidad Lateranense, obteniendo la máxima calificación (Suma cum laude). Desde 2004 ha alternado diversos servicios pastorales con la docencia de la Filosofía, impartiendo diferentes asignaturas y cursos en varios centros, tanto eclesiales como públicos. Actualmente se encuentra, con una cesión temporal, en Córdoba, como profesor de Filosofía en el Seminario Mayor, San Pelagio, y en la Escuela Universitaria de Magisterio Sagrado Corazón. Junto con la docencia, la pastoral universitaria constituye una de sus tareas prioritarias en la diócesis andaluza.

Ultimos escritos

La figura de Jesús goza de una coherencia excepcional.

24 septiembre, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

Las razones de la fe en Jesucristo.

3 junio, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

Afirmación de Dios y confianza en Él.

16 mayo, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

¿Tiene sentido hablar hoy de conversión a la fe?

1 mayo, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

Algunas aclaraciones de parte de Santo Tomás.

15 abril, 2020 Juan Carlos García Jarama 0
Alfa y Omega
Razones para creer es un blog de Alfa y Omega. www.alfayomega.es se presenta como un nuevo inicio en su ya larga historia. Pone a disposición de los internautas, sí, la bella historia de 20 años ya al servicio de eso que más interesa en la vida: ¡su significado! Además de esta interesante historia, y del nº completo que se publica cada jueves, distribuido junto con el diario ABC, en esta nueva web, con el fin de llegar más y mejor a todos, en especial a tantos jóvenes con ganas de vivir pero que, tantas veces, echan de menos la luz que ilumine de veras la vida, se ofrecen a diario las noticias de interés en la vida del mundo y de la Iglesia, testimonios, documentación, colaboraciones…, y siempre esa Luz, ¡el significado de la vida!, en que consiste el secreto de Alfa y Omega, que es, justamente, el nombre de Jesucristo que nos ofrece el libro del Apocalipsis, y que supo definir muy bien Dostoyevski: «El secreto de la existencia humana no consiste sólo en vivir, sino en saber para qué se vive».

Ultimos escritos

La figura de Jesús goza de una coherencia excepcional.

24 septiembre, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

Las razones de la fe en Jesucristo.

3 junio, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

Afirmación de Dios y confianza en Él.

16 mayo, 2020 Juan Carlos García Jarama 0

Etiquetas

  • ateísmo
  • autonomía
  • ciencia
  • conciencia
  • conocimiento
  • creación
  • creencia
  • cristianismo
  • cultura
  • Demostración
  • dignidad
  • Dios
  • diálogo
  • espíritu
  • eternidad
  • evangelio
  • Existencia
  • Fe
  • Felicidad
  • filosofía
  • gracia
  • hombre
  • iglesia
  • inmanencia
  • inteligencia
  • libertad
  • misterio
  • moral
  • mundo
  • oración
  • persona
  • razón
  • religión
  • revelación
  • sagrado
  • salvación
  • secularización
  • sentido
  • sobrenatural
  • sufrimiento
  • teología
  • Testimonio
  • trascendencia
  • Verdad
  • vida

RSS Alfa y Omega ultimos artículos

  • Párroco de La Paloma: «Entramos en la muerte y salimos de ella» 23 enero, 2021
  • El Papa pide a los periodistas que salgan al encuentro de las personas 23 enero, 2021
  • San Juan Limosnero. Un insensato con los pobres como amos 23 enero, 2021
  • El Defensor del Pueblo pide explicaciones por las condiciones en Barranco Seco 23 enero, 2021
  • El Vaticano pide transparencia y colaboración en la distribución de la vacuna de la COVID-19 22 enero, 2021
  • Inicio
  • Alfa y Omega
  • Otros blogs
Copyright 2015 | Alfa y Omega | All Rights Reserved | Razones para creer