* El mundo moderno se parece cada vez más a una inmensa aldea global, en la que se exige la colaboración de todos para el bien común. La coexistencia tolerante entre las diversas razas, culturas y religiones se ha convertido
* Profesor de la universidad de Siracusa, en Nueva York, publicó en 1960 un libro que sería fundamental para entender esta línea de pensamiento: The Death of God (La muerte de Dios). En él critica la religiosidad de la posguerra
* El fenómeno del ateísmo, que hemos comentado señalando algunas de sus causas, ha dado lugar a un profundo nihilismo moral y epistemológico, o sea, antropológico. La negación de los valores tradicionales, que se desprende de la filosofía de Nietzsche,
*Ciertamente hoy se nos hace más difícil a todos nombrar a Dios y hablar de Él. La cosmovisión antigua del hombre y del mundo estaba impregnada, toda ella, de sentido religioso, de un cierto sentido de la presencia de Dios.
*He ido exponiendo, en los textos anteriores, algunas de las principales razones (aunque a veces no son tal “razones”, en sentido estricto) que explican este fenómeno que conocemos como ateísmo, relativamente moderno en cuanto realidad social o de masas. Pero
*Es la postura del ateísmo humanista sostenida por Nietzsche, entre otros muchos pensadores, antiguos y modernos. En su intento de dar respuesta a la eterna pregunta acerca del hombre, la modernidad, en no pocas ocasiones, ha desvinculado ideales y valores,
*Aunque las tesis anteriores no hayan desaparecido del todo, en el siglo XX se impone más bien un ateísmo existencialista, más subjetivo y vital, que hace de la pretensión de una libertad absoluta el motivo necesario para negar a Dios.
*En el texto anterior, al comenzar la reflexión sobre la relación del mundo y Dios, hicimos mención del ateísmo como la negación, no sólo de aquella relación sino del mismo Dios. Hoy día nombrar a Dios se hace cada vez