* Ya hemos visto que la fe divina reclama, de nuestra parte, una adhesión incondicional, plena y sin reserva. G. Bernanos decía que “creer no es otra cosa que veinticuatro horas de duda, menos un minuto de esperanza”. Si eso
Hemos visto que el acto de fe, por encima de toda otra cosa, consiste en un asentimiento libre de nuestro espíritu a la revelación de la verdad divina, fundado en ciertos motivos (y por tanto, nada de irracional), que implica
* Continuando con la reflexión anterior, sobre la importancia que tiene una iluminación cristiana respecto de este complejo mundo de la técnica que nos embarga, podemos añadir algún detalle más. * La mentalidad moderna poco o nada tiene ya que
* Vivimos en un mundo absolutamente tecnificado. Basta visitar cualquiera de nuestras casas, incluso aquellas de familias más modestas, económicamente hablando, para descubrir la abultada presencia de artefactos técnicos, un amasijo de cables y toda una gama de cargadores y
* ¿Tiene la religión alguna relación con la política? Dos posturas opuestas se excluyen entre sí: un clericalismo, propio de la “cristiandad”, que sostiene que sólo la fe es capaz de juzgar, inmediatamente, si las acciones humanas sociales son buenas