* El ateísmo nos enseña, de manera indirecta o en oblicuo, a distinguir mejor y a purificar nuestras creencias y el contenido de nuestra fe, así como el acto por el que creemos. A parte de su aspecto negativo o
*Ciertamente hoy se nos hace más difícil a todos nombrar a Dios y hablar de Él. La cosmovisión antigua del hombre y del mundo estaba impregnada, toda ella, de sentido religioso, de un cierto sentido de la presencia de Dios.