* Vivimos en un mundo absolutamente tecnificado. Basta visitar cualquiera de nuestras casas, incluso aquellas de familias más modestas, económicamente hablando, para descubrir la abultada presencia de artefactos técnicos, un amasijo de cables y toda una gama de cargadores y
* El fenómeno del ateísmo, que hemos comentado señalando algunas de sus causas, ha dado lugar a un profundo nihilismo moral y epistemológico, o sea, antropológico. La negación de los valores tradicionales, que se desprende de la filosofía de Nietzsche,