* Recordemos que la Iglesia, en Trento, afirma que la fe –comienzo de la salvación del hombre- es una virtud sobrenatural por la cual, y merced a la gracia de Dios, el hombre recibe el anuncio de la verdad revelada,
* Mientras que el hombre sea hombre, y Dios sea Dios, al primero le será imposible del todo un conocimiento exacto del segundo, es decir, un análisis exhaustivo al modo como los que realiza con las cosas que le rodean.
* Hemos afirmado, de una y otra forma, que el hombre conoce a Dios, que es propio de la condición humana la apertura radical y ontológica al misterio de la trascendencia: a ella se inclina por naturaleza, y en ella
*A la luz del Año de la Misericordia, proclamado por el Papa Francisco, me acerqué al libro de W. Kasper titulado precisamente así: La Misericordia. En sus primeras páginas, muy sabrosas, nos ofrece el autor una breve reflexión sobre algunas