La semana pasada se estrenó este documental que acompaña a un matrimonio de músicos en la aventura de tener una hija con síndrome de Down. Aunque el planteamiento es el mismo que la española La vida de Jan, aquí hay una diferencia sustantiva: la fe de los protagonistas, que los lleva a enfrentar los distintos dramas que se presentan siempre desde una hipótesis de esperanza. El matrimonio en cuestión son Rory y Joey, un dúo de cantantes country muy célebres, con grabaciones muy alabadas por la crítica, importantes premios, y con un programa de televisión propio. Un buen día, ante la noticia del embarazo de Joey, deciden tomarse un año alejados de los escenarios para prepararse ante el nacimiento de su bebé. Una película sobre el valor de la vida y de la muerte, el sentido del sufrimiento y la alegría de la fe. Fresca y conmovedora.
Juan Orellana