Los pobres han sido una inspiración para el cine desde sus primeros pasos. Recordemos la adolescente que encarnaba Lillian Gish en Lirios rotos de Griffith (1919). En aquellos años, la pobreza era un recurso ideal para armar un melodrama, provocando
Georges (Richard Gere) es un hombre alcohólico que vaga por las calles buscando donde dormir. Le persigue una historia familiar dolorosa, que solo va comunicando a pequeñas dosis incompletas y confusas. Tiene una hija, Maggie (Gena Malone), que trabaja de