Este verano nos ha dejado la última película de Quentin Tarantino, un director que rompió los esquemas a principios de los noventa con Reservoir dogs y Pulp Fiction, ganándose la atención de toda una generación y marcando la carrera de
Wendy es una joven de 21 años que padece un tipo especial de autismo. Está ingresada en un pequeño centro familiar de Oakland (California) desde que murió su madre ya que su hermana, casada, no se pudo ocupar de ella.