17 Apr 2021
   
  • Inicio
  • Alfa y Omega
  • Otros blogs
  • Inicio
  • Primereando
Su lucha fue la oración

Su lucha fue la oración

16 octubre, 2016 manuelbru 0

Recogiendo la llamada del Evangelio de hoy a la perseverancia en la oración, el Papa Francisco ha dicho de los nuevos siete santos por el canonizados esta mañana, que todos ellos hicieron de la oración una lucha para vencer, no en la guerra, sino en la paz. Y con Cristo vencieron donando completamente su vida. Estos son algunos rasgos de los nuevos santos:

San José Sánchez del Río

Años 20 del siglo pasado. En Guadalajara, México, con catorce años murió apuñalado dando vivas a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe, durante la Guerra Cristera. Así lo contó uno de los testigos del martirio: “Fue capturado por las fuerzas del gobierno, que quisieron dar a la población civil que apoyaba a los cristeros un castigo ejemplar. Le pidieron que renegara de su fe en Cristo, so pena de muerte. José no aceptó la apostasía. Su madre estaba traspasada por la pena y la angustia, pero animaba a su hijo. Entonces le cortaron la piel de las plantas de los pies y le obligaron a caminar por el pueblo, rumbo al cementerio. Él lloraba y gemía de dolor, pero no cedía. Ya en el cementerio, antes de disparar sobre él, le pidieron por última vez si quería renegar de su fe. No lo hizo y lo mataron ahí mismo. Murió gritando como muchos otros mártires mexicanos ¡Viva Cristo Rey!».

San José Gabriel del Rosario Brochero

Finales del siglo XIX y principio del XX. Con 29 años este sacerdote argentino asume el Curato de San Alberto, siendo San Pedro la villa que hacía de cabecera en aquel departamento. Por aquel tiempo el extenso Curato de San Alberto (de 4.336 kilómetros cuadrados) contaba con poco más de 10.000 habitantes que vivían en lugares distantes sin caminos y sin escuelas, desperdigados por las Sierras Grandes de más de 2.000 metros de altura. Era triste el estado moral y la indigencia material de la gente. El corazón apostólico de Brochero no se desanima, sino que desde ese momento dedicará su vida toda no sólo a llevar el Evangelio sino a educar y promocionar a sus habitantes, construyendo templos, escuelas, caminos, y viviendas.

San Manuel González García

Su vida recorre la primera mitad del siglo XX. Siendo sacerdote con 33 años ante un grupo de fieles colaboradoras en su actividad apostólica en Huelva, derramó el gran anhelo de su corazón. Así nos lo narra: Permitidme que, yo que invoco muchas veces la solicitud de vuestra caridad en favor de los niños pobres y de todos los pobres abandonados, invoque hoy vuestra atención y vuestra cooperación en favor del más abandonado de todos los pobres: el Santísimo Sacramento. Os pido una limosna de cariño para Jesucristo Sacramentado. Luego fundo varias obras eucarísticas (para niños, jóvenes, sacerdotes) y la congregación de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret. Posteriormente, como obispo de Málaga y de Palencia desarrollo una ingente labor pastoral y social.

Santa Isabel de la Santísima Trinidad

Finales del siglo XIX y principio del XX. En Dijon, en Francia, Santa Isabel de la Santísima Trinidad, virgen, de la Orden de las Carmelitas Descalzas, que desde niña anheló buscar en lo profundo de su corazón el conocimiento y la contemplación de la Trinidad, y afligida por muchos sufrimientos, todavía joven continuó caminando, como siempre había soñado, hacia el amor, hacia la luz y hacia la vida. Ella descubrió su vocación en la Iglesia: ser para Dios una alabanza de gloria (Ef 1,6). Hasta tal punto que esta mística francesa lo toma como un nombre simbólico, laudem gloriae, alabanza de gloria.

San Alfonso María Fusco

Principios del siglo XX. En los últimos días de seminario, una noche había soñado que Jesús Nazareno le había pedido, apenas fuese ordenado sacerdote, fundar un Instituto de religiosas y un orfanato para niños y niñas. Las dos obras llegaron y estuvieron siempre acompañadas de grandes pruebas para su fundador. Tenía una ternura casi maternal para todos, especialmente para las huérfanas más necesitadas; para ellas había siempre un lugar en la Pequeña Casa de la Providencia, aún cuando el alimento era escaso o simplemente faltaba. Las decía: No se preocupen, hijas mías, ahora voy a ver a Jesús y Él proveerá. Y Jesús respondía con rapidez y gran generosidad. En el tiempo en que la instrucción era un privilegio de pocos, negada para los pobres y las mujeres, no ahorraba ningún sacrificio con tal de dar a los niños una vida tranquila, el estudio y la preparación necesarias para una ocupación digna, de manera que, una vez adultos, pudieran vivir como ciudadanos honrados y cristianos comprometidos. Quería también que sus religiosas empezaran pronto a estudiar, para estar preparadas para enseñar a los pobres y, a través de la instrucción y evangelización, preparar los caminos de Jesús, especialmente en los corazones de los niños y jóvenes.

San Ludovico Pavoni

Su vida trascurre en la primera mitad del siglo XIX. En Brescia, de Lombardía, en Italia, San Ludovico Pavoni, presbítero, que se entregó con ánimo decidido a la formación de los jóvenes pobres, interesándose sobre todo en su educación religiosa y artesana, fundando para ello la Congregación de los Hijos de María Inmaculada.

Notando que muchos de los chicos de su Oratorio, sobre todo los pobres, decaían en su empeño y se desviaban del buen camino, cuando tenían que insertarse en el mundo del trabajo, que por desgracia no garantizaba un sano ambiente moral y cristiano, Ludovico Pavoni decide fundar un Instituto o Escuela de Artes de carácter benéfico y privado, donde al menos los huérfanos, o abandonados por sus propios padres fuesen acogidos, mantenidos gratuitamente, educados cristianamente, y capacitados para desempeñar alguna arte, a fin de formarles queridos para la religión, y útiles para la sociedad. Nace el Instituto de S. Bernabé con el fin de que los muchachos pobres, abandonados por sus padres y sus parientes más cercanos, encontrasen todo lo que habían perdido: … no solamente… pan, vestido y educación en las letras y las artes, sino también el padre y la madre, la familia, de los cuales la mala suerte les ha privado, y con el padre, la madre, la familia todo lo que un pobre podía recibir y gozar. Pocos saben que, alargando hasta nuestros ideas su carisma ante las nuevas pobrezas de los jóvenes, son los pavonianos en España los fundadores y responsables del conocido Proyecto Hombre de terapia para jóvenes toxicómanos.

San Salomón Leclerc

Segunda mitad del siglo XVIII. Después del derrocamiento de la monarquía, al comienzo de la Revolución francesa, el blanco siguiente fue la Iglesia. En 1790, la Constitución civil del Clero dio al estado el control de la Iglesia en Francia. Los sacerdotes y religiosos debían prestar juramento de fidelidad a la Constitución bajo pena de exilio, de encarcelamiento y hasta de muerte. La mayor parte de los Hermanos se negaron y tuvieron que abandonar sus escuelas y comunidades, y esconderse, el Instituto ya no tenía estatuto legal.

El Hermano Salomón era en esa época secretario del Hermano Agathon, Superior General, después de haber sido maestro, director, ecónomo. Manifestó siempre gran amor por las almas y gran abnegación en sus tareas. Habiéndose negado a prestar juramento, vivía solo en París en la clandestinidad. Conservamos de él numerosas cartas que escribía a su familia. La última lleva la fecha del 15 de agosto de 1792. Ese mismo día fue arrestado y encerrado en el Convento de los Carmelitas transformado en prisión, junto a numerosos obispos, sacerdotes y religiosos. El 2 de septiembre casi la totalidad de los prisioneros fueron exterminados, pasados a cuchillo en los locales y el jardín del Convento.

 

Comparte esto:

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
papa franciscoSan Alfonso María FuscoSan José Gabriel del Rosario BrocheroSan José Sánchez del RíoSan Ludovico PavoniSan Manuel González GarcíaSan Salomón LeclercSanta Isabel de la Santísima TrinidadSiete nuevos santos
COMPARTE ESTE ARTICULO
Tweet

SOBRE EL AUTOR

manuelbru
  • SOBRE MI
  • OTROS ARTICULOS
Manuel María Bru Alonso. Madrid (1963). Sacerdote diocesano de Madrid. Delegado Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid. Licenciado y Doctor en Periodismo. Presidente de la Fundación Crónica Blanca (comunidad, escuela y taller de jóvenes comunicadores). Profesor en las Universidades CEU San Pablo, Eclesiástica San Dámaso, Pontificia de Salamanca y La Salle. Entre sus libros destacan: 100 pensamientos por un mundo mejor; 100 testimonios por un mundo mejor; La prensa anticlerical en las Cortes de Cádiz; Una comunicación al servicio del hombre: itinerarios para una ética en las comunicaciones sociales; Las diez cosas que el Papa Francisco dice a los periodistas; Asombro y empatía: dos claves para renovar el lenguaje de la evangelización y la catequesis; Evangelizar la Cultura Mediática; y Predicación y Vida (comentarios a las lecturas de los domingos del Ciclo C).

Como un viento impetuoso

1 diciembre, 2016 manuelbru 0

¿Qué significa que Cristo haya Resucitado?

27 marzo, 2016 manuelbru 0

Dos años con Paloma en el Cielo

1 abril, 2019 manuelbru 0

Fundación Cauces: misericordia terapéutica

24 febrero, 2016 manuelbru 1
ANTERIOR

El tiempo de San Manuel González

SIGUIENTE

El consistorio de la renovación

ARTICULOS RELACIONADOS

La vocación de San Mateo de Caravaggio

17 abril, 2018 manuelbru 0

Misa televisada

21 marzo, 2017 manuelbru 0

San Juan ante Portam Latinam, patrono de los notarios y registradores

9 mayo, 2016 manuelbru 1

Ofrecer la conversión a los bautizados

7 enero, 2017 manuelbru 0

Manuel María Bru

manuelbru

Manuel María Bru Alonso. Madrid (1963). Sacerdote diocesano de Madrid. Delegado Episcopal de Catequesis de la Archidiócesis de Madrid. Licenciado y Doctor en Periodismo. Presidente de la Fundación Crónica Blanca (comunidad, escuela y taller de jóvenes comunicadores). Profesor en las Universidades CEU San Pablo, Eclesiástica San Dámaso, Pontificia de Salamanca y La Salle. Entre sus libros destacan: 100 pensamientos por un mundo mejor; 100 testimonios por un mundo mejor; La prensa anticlerical en las Cortes de Cádiz; Una comunicación al servicio del hombre: itinerarios para una ética en las comunicaciones sociales; Las diez cosas que el Papa Francisco dice a los periodistas; Asombro y empatía: dos claves para renovar el lenguaje de la evangelización y la catequesis; Evangelizar la Cultura Mediática; y Predicación y Vida (comentarios a las lecturas de los domingos del Ciclo C).

Ultimos escritos

El merecido monumento de los Mártires de Boadilla

9 octubre, 2020 manuelbru 0

Los jesuitas de El Salvador

15 septiembre, 2020 manuelbru 0

300 años de La Salle en la Iglesia y en la educación

18 abril, 2019 manuelbru 0

Lo que la Palabra de Dios nos dice en este Tríduo Pascual

15 abril, 2019 manuelbru 0

Frans van der Lugt S.J., asesinado en Siria hoy hace cinco años

7 abril, 2019 manuelbru 0
Alfa y Omega
Primereando es un blog de Alfa y Omega. www.alfayomega.es se presenta como un nuevo inicio en su ya larga historia. Pone a disposición de los internautas, sí, la bella historia de 20 años ya al servicio de eso que más interesa en la vida: ¡su significado! Además de esta interesante historia, y del nº completo que se publica cada jueves, distribuido junto con el diario ABC, en esta nueva web, con el fin de llegar más y mejor a todos, en especial a tantos jóvenes con ganas de vivir pero que, tantas veces, echan de menos la luz que ilumine de veras la vida, se ofrecen a diario las noticias de interés en la vida del mundo y de la Iglesia, testimonios, documentación, colaboraciones…, y siempre esa Luz, ¡el significado de la vida!, en que consiste el secreto de Alfa y Omega, que es, justamente, el nombre de Jesucristo que nos ofrece el libro del Apocalipsis, y que supo definir muy bien Dostoyevski: «El secreto de la existencia humana no consiste sólo en vivir, sino en saber para qué se vive».

Ultimos escritos

El merecido monumento de los Mártires de Boadilla

9 octubre, 2020 manuelbru 0

Los jesuitas de El Salvador

15 septiembre, 2020 manuelbru 0

300 años de La Salle en la Iglesia y en la educación

18 abril, 2019 manuelbru 0

Etiquetas

  • acogida
  • Año de la Misericordia
  • Benedicto XVI
  • caridad
  • Carlos Osoro
  • catequesis
  • cine
  • descarte
  • dignidad
  • Dios
  • diálogo
  • Doctrina Social de la Iglesia
  • ecología
  • ecumenismo
  • escucha
  • España
  • esperanza
  • Familia
  • fe
  • Francisco
  • Iglesia
  • Información religiosa
  • iniciación cristiana
  • Juan Pablo II
  • jóvenes
  • Laudoto Si
  • libertad religiosa
  • Madrid
  • Manos Unidas
  • Misericordia
  • misioneros
  • oración
  • Pablo VI
  • papa francisco
  • Paz
  • perdón
  • pobreza
  • San Juan Pablo II
  • San Juan XXIII
  • Semana Santa
  • silencio
  • solidaridad
  • testimonio
  • unidad
  • vida

RSS Alfa y Omega ultimos artículos

  • Abadesa y casera de refugiados: «No puedo ser culpable de acoger a personas desesperadas» 16 abril, 2021
  • Bizcocho de chocolate con ciruelas al ron del monasterio benedictino de Santa María de Carbajal 16 abril, 2021
  • El misterio de ser madre 16 abril, 2021
  • Las dificultades éticas en la producción de órganos humano-animales 16 abril, 2021
  • Cinco años después de Lesbos, Grandi agradece la «fortaleza y visión» del Papa 16 abril, 2021
  • Inicio
  • Alfa y Omega
  • Otros blogs
Copyright 2015 | Alfa y Omega | All Rights Reserved | Primereando