«La difusión de la fe mediante la violencia es algo insensato. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no se complace con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios… quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma racional no hay que recurrir al propio brazo ni a instrumentos contundentes ni a ningún otro medio con el que se pueda amenazar de muerte a una persona»».
De la lección magistral de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona el 12 de septiembre de 2006.
Santa María, ruega por nosotros.