Dicen que es una combinación de teatro y cine, pero es algo más: es magia, ternura y fantasía apoyadas en un formato muy creativo que integra la vida de un personaje sobre un fondo de animación muy fresco, dinámico y
David Vega entra en una pequeña sala del Nuevo Teatro Alcalá, viene desde muy lejos, quizá desde Moldavia. Todo está oscuro y suena de fondo música de jazz. Viene con una sola maleta como equipaje, muy grande. ¿Qué tendrá dentro?
La archiconocida historia: un accidente de avión en el que viaja una familia, el bebé es el único superviviente y es educado por una manada de gorilas, crece feliz en la selva sintiéndose uno de ellos hasta que se topa
Suena La flauta mágica en la sala y dan ganas de salir detrás del “flautista”, como en una retahíla de ratones o niños. Pero esto no es Hamelín. Es un cuento, o más bien un puñado de cuentos cantados que,
Señalaba el filósofo José Antonio Marina en su obra Teoría de la inteligencia creadora, que su ideal pedagógico sería «enseñar por artes de encantamiento», porque la ciencia (y el arte) es, ante todo, seducción. Y no hay camino mejor para
Cuenta David Catolla, creador del éxito infantil que azulea nuestras preocupaciones, que su hija antes de acostarse rezaba cada noche: “Jesusito de mi vida, tú eres niño pocoyó”. Fue allí donde se encendió la lámpara del nombre, la chispa de
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. Ara Malikian podría llevar inscrita en la frente esta frase de Platón. O tal vez mejor una de esas pintadas que reivindican la belleza con trazo grueso.
Es difícil el teatro dirigido a un público infantil. Ha de tener los ingredientes necesarios para atraer a unos pequeños espectadores muy exigentes, y la capacidad de enganchar de alguna manera a los mayores, porque los niños no tienen por
Érase una vez una niña que cantaba ópera. El resto del cuento ya lo conocen: la caperuza roja, la cestita con los pasteles, el lobo feroz, la abuelita de las grandes orejas y el leñador. Ópera divertimento da la nota
Las llaves están, como es bien sabido, en el fondo del mar. Abren la puerta de la diversión y nos sumergen en las profundidades de un musical espléndido, un auténtico arrecife de coral para el disfrute de toda la familia.