Pongamos por delante que no miré el reloj ni una sola vez en las dos horas que duró Una boda feliz. Y eso, señores, no es tarea fácil, porque a estas alturas de la función tengo un paladar resabiao. Menos
No me diga que a usted no se le ha pasado por la cabeza comenzar el año apuntándose a un gimnasio o a una academia de inglés. A lo mejor hasta es de los que ya lo ha hecho. Y
Ya lo dijo Ionesco: “Al observar cómo trabaja Miró, es decir, cómo es feliz al crear, ya no sabemos si pinta, si dibuja, si construye, si juega, si canta”. Y eso es lo que precisamente ha sabido captar Enrique Cabrera,
Se alza el telón y, como en la canción de Mecano, enseguida se percibe que no es serio este cementerio. Basado en la conocida novela de Mary Shelley que, independientemente del equipaje literario de cada cual, todos conocemos por las
Señalaba el escritor estadounidense Paul Theroux, que la ficción es “pura alegría”. Y esas dos palabras sirvieron a Antonio Muñoz Molina para dar título a una obra suya en la que nos contagia su pasión por la literatura, entendida como
Que los sueños, sueños son es algo que repetimos por obra y gracia de Calderón de la Barca. En ocasiones, sin embargo, la vida es mucho más que un frenesí, una sombra o una ficción, y por lo tanto, los
Un espectáculo musical para nuestros chicos acostumbrados a ver en televisión series de jovencitos y jovencitas que bailan y cantan mientras les pasan cosas características de su edad… como Sake it up, Victorius o Violeta. Aquí lo van a ver