Dos ladrones novatos (Danai Querol y Alex Larumbe) han entrado en la peluquería de Gabriela (Olga Hueso), un local de esos de toda la vida que ha sabido mantenerse desde hace más de 30 años. Su intención es conseguir, en la tienda de al lado, el ansiado pico de pasta que les lleve a una nueva vida. Ni más ni menos que a Cádiz…. Todo un planazo ¿verdad?
Que no son demasiado buenos planificando se descubrirá enseguida, que la peluquera tiene muchos trapos sucios puestos a secar en el sótano, también, y que aquí el único que se salva es Fernando, el especial empleado de Gabriela, se ve casi de inmediato.
Entre pelos y pelucas, las verdades van desenterrándose hasta quedar listas para cortar por lo sano. Y es que qué duda cabe que la peluquería es un lugar de confidencias, idóneo para una hilarante comedia pop. Mediante un guión muy limpio y creativo, pero extremadamente sencillo, la obra engancha al espectador que no para de sonreír, incluso ante lo más predecible. Y tiene una explicación, porque en esta obra lo predecible se convierte en deseado y eso no es tarea fácil. Que el espectador esté deseando ver… lo que sabe a ciencia cierta que va a pasar, es un halago para el autor.
Y ese es Juanma Pina, flamante ganador del I Premio de Teatro Breve Circo Price. Como decimos autor y además director de esta comedia, que domina el género creando un espacio de diversión macabra y genial. Estamos entonces ante un libreto de un autor español, con humor de lo más nuestro, y un lenguaje muy cercano al espectador. Es hora de pasar un buen rato en Corta Cabeza.
Una obra totalmente recomendable, con momentos grandiosos, escenas de carcajada y risas que en otro lugar podrían ser enlatadas, pero que aquí están recién peinadas. En general la gente ya no se ríe de memeces soeces y burdas; se ríe de un dialogo que sabe hacerle cosquillas a golpe de secador, de un grupo de personajes de verdad que podrían ser tus vecinos, y de una serie de sucesos tan verosímiles como todo lo contrario.
Hay que destacar algo muy curioso, el branded content teatral. El nombre y la marca de la peluquería en la que ocurre todo es real. El branded es una publicidad indirecta, más personalizada y que aporta un valor añadido al contenedor en el que se muestra. Por lo que el público si no conoce ya Corta Cabeza… podrá conocerla pronto y relacionarla directamente y sin ser forzado a ello, con el arte, la diversión y por supuesto la innovación, porque ¿hay algo más innovador que dejar que tu marca sea un personaje?
Una última pregunta: ¿por qué ir a ver Lavar, marcar y enterrar? Porque la verdad se puede destapar en una noche y las escaleras hacerse viejas para distinguir, porque la humedad de nuestros sótanos pudre los cimientos, pero la vida sigue y sigue sin esperarte. Porque los malos a veces son los buenos y los buenos… en fin. Y porque después de lavar y marcar, también puedes desenterrar, para seguir riendo… digo, viviendo.
Maru García Ochoa (@marugarciaochoa)
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★★★★☆
Lavar, marcar y enterrar Hasta el 30 de diciembre |
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