A los padres muchas veces los conocemos a través de sus hijos.
Contemplo en José la fortaleza; la generosidad que no se aferra a los propios planes y la confianza en Dios; la perseverancia en el amor, a pesar de las dificultades. La dulzura al tratar a los niños, la delicadeza al dirigirse a una mujer. El respeto a la persona a pesar de conductas equivocadas. La oración continua.
Porque los niños aprenden de sus padres. Y lo veo en Jesús, el Hijo de José.