El Pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer, 4 de febrero, una resolución conjunta. En ella se califican por primera vez como genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra las atrocidades que está cometiendo el grupo terrorista Daesh en Siria e Irak. Ha sido apoyada por eurodiputados de todos los grupos parlamentarios y constituye el primer paso para conseguir que la comunidad internacional actúe contra los crímenes cometidos a minorías religiosas
La resolución es el resultado del debate que tuvo lugar el pasado 20 de enero, en el que gran parte de los eurodiputados calificaron como genocidio «el exterminio de minorías religiosas», en particular de los cristianos y yazidíes en dichos países.
Los eurodiputados apelaron a las autoridades competentes de los países que apoyen, colaboren o financien de cualquier modo estos crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio, o sean cómplices de los mismos, afirmando que deben cumplir plenamente sus obligaciones legales y «poner fin a esta conducta inaceptable que está causando un daño enorme a las sociedades iraquí y siria». «Esto está desestabilizando gravemente los países vecinos, la paz y la seguridad internacionales», afirmaban.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha estado muy implicada en su elaboración. Marcela Szymanski, representante de la fundación ante la UE, explica que una toma de posición así por parte de un cuerpo de representantes elegidos en cada Estado miembro de la UE tiene mucho peso. «Quisiéramos que fuera un empujón a la ONU para hacer lo mismo», cuenta Szymanski. «La resolución puede dar pie a otros parlamentarios o a las ONG, a forzar a sus propios gobiernos a ser consecuentes con los compromisos adquiridos cuando firmaron la Convención de la ONU sobre el genocidio», añade.
El crimen de genocidio, según el derecho internacional, consiste en cometer crímenes «con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso». Pero Marcela Szymanski destaca que el genocidio no sólo es físico, sino que puede ser mental si una persona, grupo o entidad tiene la intención de destruir en todo o en parte a tu grupo nacional, étnico, racial o religioso. También cuenta que dentro del elemento físico, hay cinco maneras de hacerse víctima de genocidio: matar; causar daño físico o mental; poner deliberadamente en condiciones que amenacen la vida; imponer medidas que prevengan el nacimiento de niños dentro del grupo y transferir a los hijos forzosamente de un grupo a otro, ya sea llevándoselos o cambiando la ley. «Por ejemplo, en Irak hay un grupo de parlamentarios que quiere que los niños de padre musulmán se conviertan automáticamente en musulmanes. Eso también es un acto de genocidio», ilustra Szymanski.
Basándose en todas estas acepciones, parece innegable que en Irak y en Siria, tanto cristianos como yazidíes son, cada día, víctimas de un genocidio aterrador.
Pincha aquí para leer la Propuesta de Resolución Común: https://www.ain-es.org/Contenidos/Noticias/PdfNoticias/20160204034037.pdf
Carmen García Turégano