«Quien salva una vida salva al mundo entero», «La tragedia de los refugiados debería ocupar mucho más tiempo en los medios de comunicación» o «No hay solución porque la gente no se involucra» son tres de los titulares que se expusieron en la tercera sesión del foro Cristianismo y Sociedad, celebrado el pasado viernes en la madrileña parroquia de Los Jerónimos, en el que se trató el tema: Los perseguidos de la tierra, libertad religiosa y hecho político
Javier Alonso, presidente de Justicia y Paz Madrid; Ricardo Ruiz de la Serna, moderador, la experiencia en Siria de la hermana de la familia religiosa del verbo encarnado, Yeshua y Javier Menéndez Ros, director general en España de AIN (Ayuda a la Iglesia Necesitada), fueron los protagonistas de la mesa redonda.
El presidente de Justicia y Paz Madrid, Javier Alonso, abrió el coloquio mostrando unos datos recogidos en la Agencia Fides, en los que se recopilan todos los acontecimientos de violencia contra cristianos, musulmanes y judíos. «La intolerancia, la injusticia y la guerra son las principales causas que obliga a las comunidades creyentes a vivir en un constante Viernes Santo» recalcó.
Por su parte, Javier Menéndez Ros, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, comenzó apoyándose en datos del último informe de su institución sobre persecución religiosa. Destacó que 200 millones de cristianos no pueden vivir libremente su fe: «Entre 7000 y 10.ooo son asesinados en el mundo». A continuación, puso sobre la mesa los cuatro focos por los que está latente la persecución religiosa. El primero, el comunismo. En China, por ejemplo, primera potencia mundial económica, militar y política, los religiosos sufren una alta exclusión, y muchos seminaristas y obispos desaparecen. Lo mismo pasa en países como Corea del Norte o Vietnam.
El islam radical es el segundo motivo de esta masacre religiosa. Nigeria es el país más letal para los cristianos. Los nacionalismos como el que sufren países como India, y el laicismo excluyente que reciben los países de Occidente gobernados por un Estado laico marginando, excluyendo y atacando a las iglesias y a sus seguidores completan los cuatro puntos claves de las limitaciones en las forma de vivir la fe.
Con el emotivo vídeo de una niña iraquí y con un mensaje claro y reflexivo: «La mayor fuerza que tenemos los cristianos es el perdón, no queremos dinero, queremos vuestra oración», cerró su participación Javier Menéndez Ros.
Luisa Sánchez Alonso
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