China tiene cerca de 1.400 millones de habitantes y muchos de ellos son religiosos
China es un país comunista que no destaca por su libertad religiosa. Un ejemplo de ello es que a pesar de ser multireligioso, con el budismo, taoísmo, catolicismo, cristianismo e islamismo, no todas tienen la misma libertad. Dios en China muestra como la Unión Patriótica controla la iglesia y solo deja ser curas a determinados hombres. Uno de los principales problemas que tienen es que los libros no son fáciles de encontrar, y prepararse para ser cura en muy complicado. A lo largo del documental vemos como se han ido instruyendo en pisos clandestinos para poder formarse adecuadamente.
Hace 50 años era impensable y ahora seis de cada diez jóvenes están interesados en el cristianismo en China, pero el que el estado considera ilegal. Además se estima que hay entre dos y veinte millones de chinos católicos. También podemos ver el budismo y su gran academia o la gran mezquita en el centro de Pekín. Podemos ponernos en la piel de un cura clandestino, uno legal, los que van a la mezquita, personas de todas las religiones que encontramos en China muestran su punto de vista de cómo se vive en ese país.
Todas las religiones han tenido sus persecuciones y más en un país como China, donde lo que diga el jefe de estado vale más que lo que diga el propio Papa. Aun así la religión católica ha triunfado en China y sigue creciendo, a pesar de los condicionantes de un país como China.
Laura Uzelay Zárate