En Colombia ha nacido el ‘balígrafo’, un bolígrafo elaborado a partir de una bala de fusil. El Gobierno impulsó a través del Ministerio de Educación la creación de este icono, con el que espera construir la historia de paz en el país
A las puertas de un acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, prevista en un principio para el 23 de marzo, el Ministerio de Educación presentó el balígrafo. Este invento representa el cambio, la conversión de un elemento de guerra en un elemento para la educación. Así lo reflejó el presidente, Juan Manuel Santos, en su cuenta de twitter.
«Las balas escribieron nuestro pasado. La educación, nuestro futuro», es la inscripción serigrafiada en los balígrafos. Indumil, la Industria Militar de Colombia, donó 500 balas de fusil usadas en conflicto armado al Ministerio para la creación de estos originales bolígrafos.

(Fuente: Youtube)
Su creación acompaña al objetivo de Santos de que «el país pueda ver crecer a la primera generación que no tenga que vivir un solo día de guerra: la generación de la paz», según comunicó Gina Parody, Ministra de Educación, quien sostiene que «para redactar este capítulo de esperanza y reconciliación, Colombia se prepara con el legado más valioso que podemos dar a nuestros hijos: la educación».
El Ministerio de Educación ha entregado balígrafos a diferentes escritores, periodistas y artistas y niños de escuelas públicas de Colombia, con el objetivo de que escriban historias o realicen dibujos que hablen de un futuro de paz.
El país latinoamericano lleva casi 60 años sufriendo los estragos de los grupos armados, una guerra que ha generado más de 220.000 muertos y cinco millones de desplazados. El acuerdo de paz estaba previsto para el próximo 23 de marzo. Sin embargo, hace tres días, Santos anunció el aplazamiento del convenio. «Por cumplir con una fecha no voy a firmar un mal acuerdo», declaró el presidente. Joaquín Gómez, negociador de paz de las FARC, confirmó la prórroga en las negociaciones y firma del acuerdo para poner fin a la prolongada lucha con la guerrilla, que aspira a convertirse en un partido político.
María Espinosa García-Valdecasas