“(…) ver el destino sísmico del continente como una metáfora de su más inmediato futuro humano. El Rift es un caldero de violencia y muerte. Pero es también una fuente de vida. De la devastación salieron insectos, animales, después el hombre y, ahora, una tierra completamente nueva. Y, también algún día, esta nueva África será libre”.
(PIERRY ALEX. La gran grieta. El despertar de África. Pg. 18, Ed. Ariel 2016).
Sencillamente… sublime. Sencillamente real. Algo se respira. Algo se mueve. África está viva, aquí y ahora, en este momento… la vida siempre es más fuerte que la muerte. La vida vencerá.
Una situación política y social un tanto compleja (más de lo que parece en la superficie)… pero, a la vez, la vida siempre brotando… hoy, al volver del cole por la tarde, ha venido a verme un grupo de niños. ¡Qué gozada ir caminando con ellos por la calle, oírles contar cosas, reírse, compartir su visión del mundo, de la vida y de las cosas! Mi fundadora, Alberta Giménez, decía que “un mundo sin niños sería como un jardín sin flores, como un cielo sin estrellas; una vida sin ilusión, sin objeto, sin esperanza”. Precioso también como, en medio de las dificultades, nos ayudamos a poner el cole en marcha: mamás, alumnos, niños, profes, trabajadores de la construcción…
Como decía San Pablo, “llevamos en nuestro cuerpo la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste…”
