Me llama atención el escaso eco que ha tenido el importante discurso del Papa Francisco a la Asamblea de la Academia Pontificia para la Vida en el que convoca a sus miembros, por un lado, a desenmascarar «el trabajo sucio
Algunos hablan de una «trágica derrota» tras el contundente resultado del referéndum que deroga la octava enmienda de la Constitución irlandesa y abre el camino a la liberalización del aborto. En todo caso esa derrota comenzó a incubarse hace decenios,